jueves, 4 de febrero de 2016

Programas educativos de la televisión

Personajes coloridos que juegan y cantan en una caja de imágenes luminosas atrapan la atención de los niños todos los días. A pesar de que la televisión ha sido demonizada como un obstáculo para el aprendizaje, en algunos casos puede ser un aporte para el niño.





Televisión Educativa O Televisión Para Aprender

El encuentro entre comunicación y educación.

Si bien la comunicación es un fenómeno que antecede al hombre, las prácticas comunicativas sólo se hicieron posibles gracias al paulatino desarrollo tecnológico y cultural, en tanto que los saberes comunicativos apenas alcanzan poco más de medio siglo. Las aportaciones teóricas en comunicación, hechas a lo largo de este tiempo generan una gran cantidad de definiciones de lo que es el término, sin embargo, una de las más recurrentes es aquella que regresa a sus orígenes etimológicos y se refiere al poner en común con el otro.

La educación por su parte, ha sido conceptuada infinidad de veces, desde los antiguos griegos hasta la actualidad, pero en general el discurso de la educación "se ha orientado siempre al desarrollo de las más altas virtudes humanas" (Byrd, 2000: 35). La relación entre comunicación y educación es una constante histórica en la cual, la primera es condición indispensable de la segunda, sin embargo, hasta principios del siglo XX no existía una vinculación directa.

Como objeto de estudio diferenciado, la comunicación educativa tiene sus orígenes en la década de los 20, a partir de que se le descubre y estudia por separado y se reconocen las posibilidades que ofrecen los instrumentos de comunicación masiva aplicados a la educación. Originalmente se le conocía como comunicación audiovisual o auxiliares de la enseñanza y no es hasta los años 70 cuando adopta el nombre de comunicación educativa.


Programas Educativos

BACKYARDIGANS Y BARNEY


Sin otro recurso que la imaginación, cinco animalitos transforman el patio trasero de su casa en el escenario de las más arriesgadas aventuras. Pablo, Tyrone, Austin, Tasha, Uniqua y Sherman pasan de ser avezados piratas a convertirse en vaqueros o rudos vikingos.  

A través de cantos y bailes, que incluyen coreografías de los más diversos estilos, Backyardigans -que está en pantalla desde 2004- despierta la imaginación y la creatividad de los pequeños, desarrollando habilidades sociales y emocionales en los niños de hasta cuatro años. 

La educadora de párvulos de la Universidad Católica Marcela Valdivia señala que este tipo de programa “refuerza valores universales, como la amistad entre personajes distintos, con los cuales pueden sentirse identificados diferentes tipos de niños”.

Otro de los preferidos por los expertos consultados es el ya tradicional Barney. El clásico dinosaurio púrpura fue elegido como el programa más completo en cuanto a incentivar una amplia variedad de habilidades sociales y emocionales en los preescolares. El show en que el dinosaurio es acompañado por niños reales mantiene su atractivo en las nuevas generaciones, pese a llevar casi dos décadas en pantalla. “A través de la repetición, rimas y asociación, desarrolla la meta cognición (relacionar aprendizajes)”, señala Marcela Valdivia, académica y educadora de párvulos de la PUC.


LAZY TOWN Y ART ATTACK

El musculoso Sportacus lucha todos los días contra la flojera de sus amigos y vecinos de Lazytown. El llamado a despegarse de los videojuegos.

para distraerse al aire libre y los incentivos a una alimentación sana son los elementos que llevaron a los expertos a elegir a este programa como el mejor para la categoría de cuidado del cuerpo y habilidades manuales, entre los cinco y siete años.

“El baile y las piruetas están ligados a una buena alimentación. La apuesta de Lazytown está en generar modelos para desarrollar conductas alimenticias sanas e incentiva a los niños a preferir una manzana ante unas papas fritas”, explica la sicóloga educacional de la UDP Bernarda Pérez.

Lazytown empató en el primer lugar en la categoría de habilidades manuales y de hábitos saludables con el clásico Art Attack, que este año cumple 21 años en pantalla. Un programa donde su conductor motiva a los niños a sacar fuera el artista que llevan dentro con un poco de pegamento, plasticina o simplemente con lápices de colores. 

Dirigido a niños de entre cinco y siete años, incentiva el desarrollo de la motricidad fina.


DORA LA EXPLORADORA

Está en pantalla desde el año 2000. Con su mochila al hombro y una curiosidad a toda prueba, esta dulce e inteligente niña latina de siete años es la encargada de que cada capítulo sea una gran aventura. 

Con un formato similar al de un videojuego, la exploradora entrega a los niños la posibilidad de sentirse partícipes de sus aventuras y de resolver problemas y enigmas. 

“Dora es muy cuestionadora y lo bueno es que se plantea hipótesis, que después corrobora o refuta. Entonces, las posibles respuestas se enfrentan a la realidad: tienes una idea, conoces algo nuevo, lo reacomodas y determinas finalmente qué vas a estar entendiendo por ese concepto, por ese objeto o por esa situación”, dice Angélica Riquelme, jefa de carrera de Educación Parvularia y Básica inicial de la U. de Chile.

Se recomienda a niños de hasta siete años, porque desarrolla habilidades como seleccionar información, asociar datos, colocarlos en contexto y reordenar la información. 

Las habilidades matemáticas y motoras también se potencian con esta serie, aunque el sello que la distingue es la enseñanza del inglés.


CLIFFORD, EL GRAN PERRO ROJO

Una isla llamada Bridwell es el escenario donde Clifford, un peculiar perro gigante de color rojo, y su dueña, Emily Elizabeth, experimentan distintas aventuras. Los protagonistas enfrentan problemas en equipo y, la mayoría de las veces, el ocurrente de Clifford da las mejores ideas.

Pese a ser tan grande y distinto a los demás perros, Clifford es aceptado y querido tal como es por sus pequeños amigos. Según Carla Inzunza, siquiatra infanto-juvenil de la Clínica de la Universidad Católica, este es uno de los ingredientes que hace de esta serie una buena alternativa para desarrollar habilidades sociales para niños de cinco a siete años, ya que les enseña a aceptar la diferencia.

La historia cuenta que el cachorro recibió tanto amor cuando pequeño que se convirtió en el más gigante de los perros. Las emociones y la socialización son los temas principales. “Trabaja bien los vínculos. Muestra una relación afectiva entre la niña y el perrito; se extrañan, se ayudan, se cuidan”, explica la experta. 

Claudia Lagos, directora de Pedagogía en Educación Parvularia de la UDP, asegura que el programa desarrolla temas como la honestidad, amistad y compañerismo, fomenta el buen comportamiento y el altruismo.



DIEGO Y GLOT

A Diego y su perro Glot, de color verde, les encanta experimentar distintas aventuras y meterse en problemas propios de niños que comienzan la etapa adolescente. Para Claudia Lagos, académica de la U. Diego Portales, el programa tiene un atractivo especial: al ser de factura chilena, hace que la identificación con las realidades que muestra sea mucho mayor. “No sólo los ubica en una situación familiar cercana, como es vivir con la abuela y hermanos, sino también da a los menores la posibilidad de identificarse con roles sociales”, dice.

Según los especialistas consultados, el programa entrega herramientas para solucionar problemas con los papás, los amigos o los vecinos. Al mirar desde afuera las experiencias, los niños pueden comprender formas de relacionarse que antes no entendían y que pueden ser conflictivas a esa edad.


AUSTIN STEVENS

Con sangre de aventurero, el herpetólogo y fotógrafo Austin Steven recorre el mundo con el objetivo de descubrir distintas especies de serpientes. La serie documental lleva a los niños por un viaje donde el protagonista habla directo a la cámara, con palabras simples sobre el planeta. 

La vida animal y el respeto a la naturaleza son los hilos que dirigen a Stevens. “Es directo y práctico a la hora de instruir a los pequeños, y como es muy entretenido y sabe mucho, les resulta motivante”, dice Carla Inzunza, siquiatra de la Clínica UC.

Las situaciones extremas y los desafíos incentivan a los niños y adolescentes. “Lo temerario, ir en búsqueda de desafíos y enfrentarse con experiencias nuevas se condice mucho con una de las características de esta edad”, agrega Claudia Lagos, directora de Educación Parvularia de la UDP.


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